La pandemia cambió nuestras vidas en unos pocos meses, interrumpiendo nuestras actividades y confinándonos al aislamiento. Para quienes conformamos el Grupo Acoyte, un espacio abierto compuesto por profesionales de diversa formación y experiencia vinculada al deporte, entender y dimensionar en qué magnitud el virus afectó la vida de quienes transitan los clubes, polideportivos y escuelas era una labor imperiosa. Así nació la encuesta para profesionales de la Actividad Física y el Deporte (entrenadores, profesores, preparadores físicos, etc), que todavía está abierta a respuestas pero ya, con casi 2000 participantes, nos permite brindar resultados parciales.
[button title=»REALIZAR ENCUESTA» icon=»» link=»http://bit.ly/Encuestanacional» target=»_blank» color=»» filled=»1″ large=»0″ class=»»]El escenario general es complicado y las pérdidas son enormes, en comparación con el período previo a la pandemia. Algunos datos que permiten observar la situación:
- De cada diez trabajadores del deporte: Tres (30,3%) está “mucho peor” que antes, más de cuatro (43,1%) están “peor” que antes, más de dos (22,1%) está “igual que antes” y no llega a ser uno de cada diez (4,5%) los que refieren estar “mejor”.
Al profundizar en las diferencias, se observa que aquellos que trabajaban en instituciones de “educación formal” (escuelas, universidades, etc.) mantuvieron de mejor manera sus ingresos, que los que trabajan en gimnasios y clubes quienes, en líneas generales, sufrieron recortes importantes. Ni hablar, lo que ha pasado con los emprendedores cuentapropistas.
- Tres de cada cuatro profesionales del deporte perdieron ingresos durante la pandemia: 27,8% se quedaron sin ingresos; 27,7% perdieron alrededor del 50%; al 20,8% se le redujeron levemente; en un 21,3% se mantuvieron sin alteraciones y solo un 2,3% han tenido en este período un mejor ingreso que el que tenían antes.
En un primer análisis, se puede apreciar que los espacios deportivos no lograron demostrar, en el medio de una crisis sanitaria, su importancia como espacios promotores de salud y de calidad de vida, quedando relegados en la identificación como lugares de esparcimiento y, por ende, ubicándose en los últimos lugares de las fases de apertura. Con gimnasios quebrados y clubes cerrados, los profesionales que han podido sobrevivir lo hicieron gracias a que lograron, aunque sea parcialmente, reinventarse a la virtualidad o porque sumaron actividades rentadas por fuera del deporte.
- La virtualidad fue adoptada casi en su totalidad: 58% de manera total; 26,2% de manera parcial y solo 15,8% no pudieron o debieron cambiar.
- Y en su mirada a futuro, sobre de este vínculo con el deporte, la mirada es muy variada: el 39,7% no tiene claro qué pasará, 37,8 creen que cambiará para bien; 12,8 piensan que cambiará para mal y 9,6% creen que no habrá cambios.
Los resultados son elocuentes y lo pueden ser aún más. Como dijo un participante “Más allá de todos los problemas que trajo la pandemia, creo que es una gran oportunidad para parar la pelota y discutir sobre varias cosas que estaban dejadas de lado”. Este espacio tiene en esa idea, una de sus finalidades.
Reflexionemos juntos sobre el deporte y lo que se viene. Si no respondiste la encuesta, participá. Involúcrate. Tu caso, y cada caso es importante.
Si no respondiste la encuesta, todavía estás a tiempo, entrá al siguiente link y participá
http://bit.ly/Encuestanacional.
*Recordamos que al completar la encuesta los datos personales quedan en el anonimato.