Carlos Agüero, coordinador de la carrera cuenta cómo hay que hacer para inscribirse y cuáles son los beneficios de esta oferta educativa del IEF, fue invitado especial para el Programa Radial Mendoza Deportivo en Radio La Jornada 91.9.
Lo que era un sueño desde 1999, cuando surgió la idea de profesionalizar a los guardavidas, fue cristalizado por el IEF desde el año pasado y entonces lo que arrancó como un curso terminó siendo una Formación Profesional que este año está transitando su segunda cohorte.
Agüero, coordinador de la carrera, contó que: “la carrera es abierta a todo el público y que tiene mucha salida laboral. Tiene una auto subvención con una pequeña cuota de la cooperadora. Los profesionales salen con una formación que su tarea fundamental es prevenir accidentes en espacios acuáticos de cualquier índole. Es decir en piletas, en ríos, en el mar. Es por eso que hacemos actividades en la playa de Luján y en marzo de cada año viajamos a Mar del Plata”,
La formación tiene un año de duración y abarca 14 materias entre las que podemos mencionar: natación, salvamento, salvamento en río, buceo, primeros auxilios, anatomía, RCP, nudos, comunicaciones, psicología, derecho, ética, ejercitaciones en aguas abiertas, prácticas profesionales en natatorios y en aguas abiertas.
En total son 15 los profesores los que dictan las diferentes materias.
Los horarios de cursado son de 14 a 18 y de 18 a 22 en la sede del IEF, mientras que Agüero también contó que hay un curso intensivo en la sede de Rivadavia en donde se cursa un solo día de 9 a 19 horas.
Es requisito fundamental para ingresar tener el secundario y saber nadar 100 metros libres en un determinado tiempo.
Las inscripciones para la temporada 2020 se abrieron en noviembre y en marzo será el momento de los exámenes de ingreso. Hay que recordar que hay un cupo máximo de 50 inscriptos por cada uno de los tres turnos.
Con la pasión que demuestra cuando habla de su profesión, Agüero cuenta que “me enamoré del salvataje en los Estados Unidos, pero no me pude formar allá por cuestiones de idioma y fui uno de los primeros que se anotó en el curso que el profesor José Luis Nema dio hace 20 años. Uno puede estar años sin intervenir, se los digo siempre a los alumnos, pero una vez que hiciste un salvataje no te olvidas nunca más”, asegura a la vez que agradece a las autoridades del IEF por su apoyo para que la tecnicatura pudiera lograrse.
Es importante destacar también que quienes tengan el título del curso que se brindaba hasta 2017, pueden revalidarlo y tener así la tecnicatura.
Como consejo dijo que “muchas veces no nos sentimos respetados. Hay que recurrir a la fuerza pública. Es necesario que la gente tenga recaudo. Lo ideal es hacer un trabajo preventivo y eso se ve cuando uno no tiene que intervenir. Mucho tiene que ver con la educación y cultura. Viviendo en Estados Unidos estábamos en un condominio que la pileta no tenía guardavida. La gente llegaba se sentaba y se deslizaba desde el borde. Se bajaba por la escalerita. Se nos ocurrió ir a ver las normas de convivencia y hay decía que estaba prohibido tirarse de cabeza y la gente cumplía las reglas”, contó.
Por último, graficó que la profesión, diferente a lo que uno piensa, está más cerca del waterpolo que de la natación.
“La técnica supera a la fuerza”, dice en el final para dejar tranquilos a aquellos que se interesan por la carrera que tienen que bajar un instructivo y deben hacerse tres estudios médicos cardiológicos.
Una carrera rentable
Un Guardavidas, si se cumple el convenio, gana entre 35 y 40.000 pesos por mes trabajando seis horas por días, seis días a la semana. Mientras que en Europa las ganancias están en unos 1.500 euros por mes. Es por ello que varios mendocinos ya hacen temporada en los dos continentes y Agüero cuenta que este año hubo 14 guardavidas que se fueron a España desde nuestra provincia.
Por: Maxi Salgado