En épocas de inmediatez, la valoración de una trayectoria toma ribetes de importancia y más cuando hablamos de una institución que no sólo cambió la vida de miles de mendocinos, sino que también llegó hace 58 años para transformar a nuestra sociedad.Porque no importa hoy si para muchos es el INEF (como se llamó en sus comienzos) o el IEF tal su actual denominación sino que los trascendente es todo lo que se ha vivido dentro de la institución y que ha llegado, en mayor o menor medida, a cada uno de los mendocinos.
Porque los profesionales formados en nuestra querida casa se han convertido en abanderados de la educación física, una educación que ha tenido a todos como protagonistas en algún momento de nuestra vida.
“El lugar donde tuve los mejores momentos, dónde encontré mis mejores amigos y hasta se formaron matrimonios”. “El sitio que le dio sustento a mi pasión”, esos son algunos de los mensajes que nos hicieron y hacen llegar nuestros egresados sobre sus sensaciones hacia el Instituto. Lo que muestra a las claras el legado que deja el Instituto de Educación Física – Jorge E Coll.
“El IEF no se formó en solitario proceso,en su configuración arquitectonica humana, están,suenan, resuenan nuestras voces, pasos presurosos, impetuosos anhelos juveniles como su savia primigenia y la fuerza fundante de autoridades,profesores y personal de servicios generales.Sin la participacion de todos no hubiese habido un dia uno ni un primer aniversario nos dice el profesor Ezequiel Rodríguez de la tercera promoción.
“A los que en el trabajo del deber-ser-hacer se fueron transformando en generosos maestros, ofreciendo aquí y allá su saber y ser Hecho Amor hacia el prójimo. A las Themis-Minervas-Churos-Huaynas que libraron sus propios Interbandos. A los que, como yo, se emocionan al entonar «La dulce canción del instituto», cual bello sol la juventud bañada en oro brillara», dice Ana Elena Sotelo.
El Instituto vio florecer su semilla el 23 de junio de 1960 con la publicación del Decreto Nacional Nº 71.879 emitido el 23 de Junio de 1960, bajo la gestión presidencial del Dr. Arturo Frondizi, aunque la inauguración llegaría dos años más tarde, más precisamente el 2 de Junio de 1962 y fue en un acto realizado en el Círculo Policial de Mendoza. No fue casualidad de que el germen se diera allá por la década del ’60, una época dominada por una juvetud que buscaba cambiar muchas realidades y que lo lograron con creces. Una década que dejó modificaciones sustanciales en la sociedad mundial y en la mendocina en particular.
“Se forjará una juventud / de corazón y de valor/ Ella será por su virtud / el porvenir de nuestra nación”/ ¡Oh, dulce canción / dulce canción del Instituto! / tiene tu sabor, la grandeza de la Patria…” dice la “Canción del Internado de Instituto”, compuesta en 1941 por Raúl Vanney, Rubén Darío Oliva y el sanrafaelino Antonio Gattas (egresados del Instituto de San Fernando – Buenos Aires) y que destacaba hace unos años Gustavo Capone para recordar un aniversario de nuestra institución.
Si hay algo que destacó, destaca y destacará al IEF es su capacidad para trabajar en una constante adaptación a los tiempos que corren y se avecinan. Por eso, aquel profesorado de Educación Física ahora también es acompañado por las tecnicaturas en Preparación Física, en Conservación de la Naturaleza, en actividades de montaña y la Formación Profesional de Guardavidas. Esto acompañado de una oferta importante de capacitación que se proponen desde la Formación Continua, lo que hace que aquellas mujeres y hombres que lleguen a la nuestra instituición no quieran despegarse más de esa “I” que les hace inflar el pecho.
Hoy, en tiempos de pandemia y cuarentena, el Instituto no ha dejado de trabajar para seguir dando valores a la sociedad mendocina con las clases virtuales y las capacitaciones que se dieron desde las distintas plataformas. Y es importante destacar que no se deja de luchar por lo que son los nuevos objetivos: la sede propia en el estadio Aconcagua Arena, lugar que fue construido con las especificaciones para la institución y el reconocimiento como Instituto Universitario, otro galardón que está pronto a concretarse.
El espíritu de esos luchadores de la década del ’60 sigue estando en el ADN de la institución. Por lo que están, por los que estuvieron y por todos los que vendrán. Felices 58 años.